Una plegaria que no solo pide protección para los hijos, sino también sabiduría para ser guías espirituales en su vida. A través de esta oración se consagra su camino al Señor, pidiendo luz en sus decisiones, fortaleza frente a las tentaciones y gracia para crecer en el amor de Dios. Ideal para padres comprometidos con la fe y el testimonio.